Cumplí años hace 10 días y quienes me conocen saben que no acostumbro a hacer nada especial en estas fechas. Nunca monto fiestas ni espero regalos, pero este año he decidido hacer una excepción y aprovechar esa fecha para invitaros a colaborar en un evento diferente.

En 2018 formé parte del proyecto que CONI mantiene en varias zonas del Deapartamento de Alta Verapaz, en Guatemala. Allí la asociación realiza actividades de todo tipo, una labor que tiene como principal objetivo fortalecer el desarrollo educativo de la población indígena.

En Chahilpec y Nueva Las Pacayas, las dos comunidades mayas donde CONI trabaja en escuelas, el esfuerzo de la organización se centra en la provisión de material escolar, la financiación para el mantenimiento de infraestructuras o la formación de personal docente.

Hoy la urgencia es otra. La cuarentena golpea con fuerza a estas comunidades. Allí se pasa hambre.

La mayor parte de las familias viven de la economía informal y el confinamiento les aboca a una precariedad aún mayor que la que padecían meses atrás.

Durante el voluntariado el personal de las escuelas nos comentaba que para algunos niños la comida que allí recibían, un bol de atol (una bebida ancestral preparada a base de maíz), era el único alimento que tomaban al día.

Desde marzo, mes en que se decretó la cuarentena en Guatemala, los chavales no acuden a la escuela, una situación que para muchos trastoca su sustento diario.

Desde CONI se han propuesto ofrecer un bono de 50 euros/mes a cada familia, una iniciativa que puede aliviar en gran medida la coyuntura en muchos hogares.

Desde aquí os invito a colaborar con lo que podáis. El 100% de la recaudación se destinará a comprar comida para estas comunidades. Gracias a todos, y ánimo con el confinamiento.

Pablo Gracia